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Arquitectos: Driss Kettani, Mohamed Amine Siana, Saad El Kabbaj, Yachar Bouhaya Architecte
- Área: 30888 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Fernando Guerra
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Proveedores: Hansgrohe, Atlas Schindler, Carrier, Comenza, Holcim, Häcker, JACOB DELAFON, Legrand, Legrand / Bticino, ROCKWOOL, Sepalumic, Weber, Weitzer Parkett
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto está ubicado en el distrito del Eje Metropolitano que alberga el nuevo centro financiero de Casablanca. El proyecto BO52 contribuye a la diversidad de esta prestigiosa zona urbana al introducir un componente residencial principal y un componente de oficinas más pequeño. El proyecto está ubicado cerca de la torre CFC, uno de los principales hitos arquitectónicos de Casa Anfa.
El proyecto pretende, sobre todo, pertenecer a Casablanca, inspirándose en la esencia y los códigos de la arquitectura que ha hecho que Casablanca sea específica a lo largo del siglo XX. Pero también se trata de afirmar plenamente su contemporaneidad intentando ofrecer una escritura de su tiempo, ligera, blanca, contundente y sutil a la vez.
El proyecto, por tanto, consta del edificio principal de fuerte verticalidad con 16 pisos con vistas a la calle principal y otro edificio de 13 pisos con vistas a un jardín interior, además del centro comercial peatonal y la Palmeraie. La articulación de estas 2 entidades se realiza a través de un componente de oficina. Esta configuración permite una lógica funcional y una mejor gestión de las posibles vistas.
La expresión arquitectónica juega con la blancura, la horizontalidad de las continuas terrazas que constituyen espacios de amenidades exteriores, abiertos y protegidos al mismo tiempo, muy apreciados por los habitantes de Casablanca. Estos balcones corridos dan expresión al proyecto al subrayarlo con capas multiplicando los niveles de lectura, transparencia y difuminando la masa de los volúmenes. Una arquitectura que se expande cortando un velo semitransparente en el horizonte. Los departamentos están abiertos en estas terrazas y permiten beneficiarse de una calidad de uso aprovechando el clima templado exterior y beneficiándose de las diversas vistas que ofrece el sitio.
Estas terrazas no se proyectan al vacío, sino que se benefician de pantallas verticales, relativamente concentradas al nivel de los dormitorios y ampliamente espaciadas al nivel de las áreas de recepción. Estas «claustras» permiten ofrecer ocasionalmente espacios protegidos del sol, las miradas y el viento dejando una semitransparencia. También permiten trazar una "línea" protectora que delimita la línea periférica de los distintos departamentos y refuerza el sentimiento de inferioridad. Esta piel, de color blanco, jugará con los efectos de la luz natural para adaptarse a la luz ambiental, creando así una fachada vibrante según la hora del día. La interacción de las barandillas de los balcones, en cristal o carpintería vertical blanca, crea un patrón específico, una especie de "caligrafía" moderna que da al proyecto su expresión gráfica.